Bajo el título de Subsole se agrupan trece cuentos: «El rapto del sol», «Irredención», «En la rueda», «Las nieves eternas», «Víspera de difuntos», «El oro», «El remolque», «El alma de la máquina», «Quilapán», «El vagabundo», «Inamible», «La trampa» y «El ahogado». Como señala su título, el espacio elegido para la ambientación de estos relatos es la planicie bajo la luz brillante y ardiente del sol; diferentes son los temas abordados: la vida campesina, los pescadores, el carácter travieso de los niños, el inquilinaje, el alma araucana, el maltrato infantil, las costumbres populares, la alegoría y la fantasía. En este libro se conjuga el realismo que no se agota en la descripción o la denuncia sino que transmite emoción al tocar sutilmente ciertas fibras del alma que siempre constituyen misterio y asombro para quien de lo vulgar puede mostrar un perfil de profunda humanidad. Para Rafael Maluenda los cuentos «El rapto del sol», «Irredención», «Las nieves eternas» y «El oro» son «el alma de laobra. Cada uno de ellos lleva envuelto un pensamiento moral y así es fácil reconocer que ellos cuatro simbolizan respectivamente: la esperanza de un amor universal, cuando las mezquindades de los hombres hagan brotar una nueva aurora sobre la tierra; la trascendencia de la vanidad que es patrimonio de toda una clase, el egoísmo humano; la ambición de riquezas, que deshace todos los lazos entre los hombres».
Los cuentos de Subsole, más elaborados literariamente que los de Subterra, pulsan las cuerdas de lo costumbrista, lo psicológico, lo dramático, lo indigenista e incluso lo fantástico.Lillo es considerado un maestro del cuento en Sudamérica.
Los cuentos de Subsole, más elaborados literariamente que los de Subterra, pulsan las cuerdas de lo costumbrista, lo psicológico, lo dramático, lo indigenista e incluso lo fantástico.Lillo es considerado un maestro del cuento en Sudamérica.
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Fue hijo de José Nazario Lillo Mendoza y Mercedes Figueroa, y además hermano de Samuel A. Lillo. Nació en la ciudad minera de Lota, en la que pasaría toda su infancia y parte de su adultez. Por razones económicas debió dejar sus estudios (alcanza solo el segundo año de humanidades) para trabajar, consiguiendo empleo como "oficial de pluma" (empleado administrativo) en una de las pulperías mineras. Este trabajo le dio tiempo para la lectura, afición en la que lo inicia su padre, y además le permitió conocer la realidad de los mineros del carbón de su Lota natal, que plasmaría en sus obras.
Se trasladó a Santiago de Chile en 1898, al conseguirle su hermano Samuel un cargo administrativo en la Universidad de Chile.
Los temas de sus cuentos estuvieron siempre vinculados a los sectores más marginados y explotados de la sociedad chilena, prevaleciendo en sus historias el sufrimiento y humanidad de los personajes. Sus cuentos están cargados de los más mínimos detalles, debido principalmente a su carácter naturalista. Su primer cuento publicado fue "Juan Fariña", premiado en un concurso de La Revista Católica de Santiago en 1901. Colaboró después en El Mercurio y la revista Zig-Zag, apareciendo en esta última regularmente su obra.
Fue hijo de José Nazario Lillo Mendoza y Mercedes Figueroa, y además hermano de Samuel A. Lillo. Nació en la ciudad minera de Lota, en la que pasaría toda su infancia y parte de su adultez. Por razones económicas debió dejar sus estudios (alcanza solo el segundo año de humanidades) para trabajar, consiguiendo empleo como "oficial de pluma" (empleado administrativo) en una de las pulperías mineras. Este trabajo le dio tiempo para la lectura, afición en la que lo inicia su padre, y además le permitió conocer la realidad de los mineros del carbón de su Lota natal, que plasmaría en sus obras.
Se trasladó a Santiago de Chile en 1898, al conseguirle su hermano Samuel un cargo administrativo en la Universidad de Chile.
Los temas de sus cuentos estuvieron siempre vinculados a los sectores más marginados y explotados de la sociedad chilena, prevaleciendo en sus historias el sufrimiento y humanidad de los personajes. Sus cuentos están cargados de los más mínimos detalles, debido principalmente a su carácter naturalista. Su primer cuento publicado fue "Juan Fariña", premiado en un concurso de La Revista Católica de Santiago en 1901. Colaboró después en El Mercurio y la revista Zig-Zag, apareciendo en esta última regularmente su obra.
Entre sus obras principales se encuentran las colecciones de cuentos "Subterra" (1904, serie de relatos basados en los mineros del carbón de Lota), "Subsole" (1907, basado en la vida rural, incluyendo cuentos menos dramáticos), "Inamible" (Wikisource) y "Quilapán".






